🇨🇱 Julio: el mes del sonido en set chileno

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La poderosa coincidencia del cine sonoro chileno.

El Sonido Audiovisual y su desconocida historia en la región chilena se alinea con una precisión casi imaginaria cuando se trata de conectar los eventos pioneros.

En el caso del calendario del cine sonoro chileno, aparecen algunos eventos que provocan que el mes de julio sea un mes destacado por el recuerdo así como septiembre: marcando momentos decisivos en la aparición del Sonido como parte de nuestra expresión audiovisual local chilena.

Es desde 1934 que se le da la bienvenida a conceptos como sonidista o ingeniero de sonido.

Una naciente y tan específica tarea nacía, como es registrar el sonido en set localmente, en una disposición tecnológica precaria inimaginable hoy en día, con una pasión por la tecnología y el conocimiento sonoro que se puede palpar.

¿Cómo registrar las voces de las interpretaciones que se sucediían en set sin un Boom, sin un micrófono o una grabadora? Ahí estaba la lista de dilemas, hace más de 90 años.

Dos fotografías representativas, una posiblemente de los ´40 a la izquierda y a la derecha una fotografía de los ´20, cine sonoro y radio como entorno de nacimiento y desarrollo.

Julio y septiembre

En 1930, 1931 y 1934 respectivamente ocurrieron tres hechos fundacionales del logro que significó el Sonido en Set chileno:

  • Septiembre de 1930: se estrena la película “Canción de Amor”, sincronizada en vivo por uno de los Hermanos Page, pioneros en el uso del sistema Vitaphone a nivel local. Testigos de la época la consideran una película sonora, pero investigadores la definen más bien como un intento de sonorización. Juan Pérez Berrocal dirigió la película, aunque algunas fuentes lo citan como Eric o Enrique Berrocal. La cinta se estrenó el 9 de septiembre de 1930 en el Teatro Coliseo de Santiago, marcando un momento clave en la asistencia de público con más de 25.000 visitas en su recorrido por distintos teatros, así como en la transición tecnológica y artística hacia el cine sonoro en Chile. Eran los primeros pasos de un sonido narrativo además de informativo.
  • Julio de 1931: fue cuando Emilio Taulis, pionero y visionario, logró concretar el primer noticiario sonoro chileno. Hasta entonces, las imágenes desde la pantalla brillaban sin un claro entorno sonoro diseñado especialmente para la obra, acompañadas por música en vivo y también intertítulos explicativos y la sonora participación de las personas asistentes al evento de la proyección. Pero con ese primer boletín informativo filmado con sonido, Chile se sumaba en algun aspecto a la ola global de modernización cinematográfica sumada a Canción de Amor. Taulis no solo capturó imágenes; sonorizó una forma de presentar “la sociedad ante la sociedad” que iniciaría una forma de contar la realidad a través de un contenido audiovisual, es la primera “noticia” con sonido sincronizado hecho en estudio.
  • Julio de 1934: otro nombre crucial se inscribiría en esta bitácora sonora, Ricardo Vivado, quien participó como encargado de sonido en la histórica película Norte y Sur junto a Jorge Spencer y Edwald Beier, considerada la primera película argumental hablada chilena, la primera “talkie”. Es a Ricardo, Jorge y Edwald a quién posiblemente podemos considerar como primeros sonidistas del entorno local en terreno. Aquí el sonido cumplía también funciones dramáticas y no sólo informativas, entraba directo en el mundo de la narrativo y por ello artístico. Vivado supo la apertura de las nuevas posibilidades para la industria local en una época de absoluto asombro de las multitudes que se conquistaban fácilmente a través de la música, los efectos sonoros y las voces de las nuevas estrellas.

La proyección, el trabajo de estudio y el sonido en terreno, el Sonido en Set, es ésta secuencia de estos tres hechos se conectan en su realización:

  • “Canción de amor” como primera proyección.
  • Noticiarios sonoros como trabajo de estudio.
  • Norte-Sur, el primer sonido en set.

El análisis

La sincronía de discos girando junto a una imagen (a través del vitaphone y sus versiones adaptadas), ofrecida como evento social en las populares “vistas” (así se le decía a un “cine” antiguamente) fue logrado y exhibido públicamente en el paso de los veinte a los treinta, pero no fue un aparato que duraría mucho debido a los problemas con ruidos y de sincro que están documentados, y que incluyen la reacción negativa de los ya existentes “cinéfilos”, a las personas les provocaba rechazo los problemas de sincro e incluso algunas obras no tenían siquiera diálogos si no tan solo efectos de sonido y música, esto en el plano internacional.

Para tener un poco de contexto podemos tomar las palabras de un profesional de la investigación como es Luis Horta, en su poderoso libro “Artistas en la Industria, los orígenes del cine sonoro chileno”:

(…)Finalizando la década del veinte, inicia en Chile el periodo de transición entre el cine silente y la implementación del sonoro. La habilitación de salas y la exhibición de los primeros films norteamericanos que empleaban esta técnica, dejó rápidamente en el rango de la obsolescencia a las películas mudas, impactando directamente en las producciones nacionales que habían logrado instalar un modelo de producción eficaz a escala local.

La secuencia observada en el capítulo anterior plantea un ciclo natural de una ebullición tecnológica que partiría con los hitos previamente logrados en la transmisión radial.

Expansión del micrófono.

Es un momento de expansión comercial de micrófonos dedicados a la música, entre los cuales se encontraban los micrófono de cinta, de condensador “western electric”, de carbón y de horno de cristal o piezo-eléctrico, por lo que es factible pensar que alguno de este tipo fue usado en el primer set. Queda pendiente la demostración explícita de la relación entre la radio y el cine sonoro, pero mientras puedes leer los artículos dedicados a los pioneros.

A celebrar

Julio se transforma entonces en alguna forma, en el mes simbólico donde el cine silente chileno se transforma en cine, en julio nace el sonido en set.

No sería solo una voz pues vendría con múltiples formas de decir, expresar, emocionar y también influenciar y cambiar.

En un país donde la historia audiovisual muchas veces es omitida por pura ignorancia, estos eventos representan no solo innovaciones técnicas, sino razgos de apropiación e inventiva, ensayos de independencia creativa que marcaron un antes y un después en la sociedad local.

Dondequiera que estés, quizás ajustando un inalámbrico muy concentrado en él, quizás mezclando de pié o sentado, o retirado, te deseo un feliz julio como parte de una abstracción momentánea de un momento efímero en donde un grupo de personas hace casi cien años actuaron en favor de lo sonoro para lograr un objetivo común entorno a una idea.

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